EL GOLAZO: 2007-09-02

DESDE COMBI HASTA KAHN (I)

Tanto los equipos como las selecciones italianas y alemanas suelen caracterizarse por sus excelentes porteros. El primer gran portero italiano fue el legendario Giampiero Combi, "El Portero de Goma", cuya elasticidad, agilidad y espectacularidad le convirtieron en mito en la Juventus, donde consiguió cinco scudettos. Este genial guardameta, famoso por el cinturón blanco que siempre portaba, fue al mundial de italia de 1934 después de retirarse, por lesión del que iba a ser el titular, Ceresoli. Aquel verano los azzurros se hicieron con el título y Combi agrandó su leyenda aún más para convertirse en uno de los mejores futbolistas italianos de todos los tiempos. Unos años antes de ésto, en los años veinte, el portero del Nuremberg, el alemán Stuhlfauth, que consiguió vencer en cinco ocasiones el campeonato alemán, se convirtió, junto al español Zamora, en el mejor arquero de entonces, gracias, entre

otras cosas, a su gran dominió del área.

En los cincuenta, el increíble Bert Trautmann, ex paracaidista del ejército alemán que consiguiguió escapar hasta tres veces de la prisión de sus enemigos, acabó tirunfando pese a las hostilidades de los aficionados por su nacionalidad en el Manchester City inglés, siendo nombrado Futbolista del año en 1956; en la misma época, el también germano Toni Turek (imagen), el veterano de la selección alemana que triunfó en

Suiza en 1954, se convirtió en leyenda gracias a su seguridad, colocación y tranquilidad y a sus actuación en la final en el estadio Wankdorf de Viena. Una excelente parada cuando Alemania ganaba por tres dos al húngaro Czibor le valió para dar la victoria a su equipo y pasar a la historia con el apodo de "Dios del fútbol". En los años sesenta y principios de los setenta los italianos Albertosi (imagen) y Cudicini (padre del actual meta del Chelsea) se repartieron el protagonismo en italia. El primero fue el arquero titular de la selección azzurra que en México obtuvo el subcampeonato después de vencer por tres dos en semifinales a Alemania en el denominado "Partido del Siglo"; el segundo, "la Araña Negra", marcó una época en el Milan consiguiendo la Liga, la Recopa y la Copa de Europa a finales de los sesenta. Sin

embargo, fue Sepp Maier quien en esa época gozó de mayor popularidad y títulos. "El gato", como se le llamaba en tierras germanas, era ágil, bueno en el juego aéreo y carismático. Es el portero alemán más laureado de la historia y es todo una leyenda tanto en el Bayer de Múnich, donde consiguió en catorce temporadas trece títulos, entre ellos una Copa de Europa; como en la selección alemana, donde ganó una Eurocopa en 1972 y los Mundiales de 1974 en la gran final en Múnich contra la Holanda del "Fútbol Total".