BAJO LOS PALOS

EL LEGADO DE ZAMORA





"El Divino" como se le conoce, o "Il Miracoloso", como se le recuerda en Italia, sede del Mundial de 1934 fue, principalmente, un portero carismático, gran dominador de su defensa, espectacular y con unos increíbles reflejos. Tan fuerte era su carisma que los aficionados del Barça le perdonaron su marcha al Espanyol (club en el que ya había militado) y luego al Madrid. Ricardo es recordado a nivel de selección por su brillante papel en el primer Mundial que jugó España, en 1934, el cual acabó con dos costillas rotas, pero, sobre todo, por formar parte de la Furia Roja que obtuvo en 1920 en Amberes (Bélgica) la medalla de plata olímpica. En este torneo, usó como era habitual en él, un jersey suyo que nunca lavaba y cuyo olor, a parte de insoportable, era una señal de tranquilidad para sus compañeros. Sin embargó, éste se le rompió en un partido y el siguiente encuentro fue el único que la selección perdió. Este guardameta de dura gorra gris, jersey oscuro de cuello alto, rodilleras y, claro, nada de guantes, hacía las delicias de la grada con su popular "Zamorana", que consistía en despejar el balón con el antebrazo.




Antes de su marcha a Francia, dejó para la posteridad una genial parada a tiro del culé Escolá para dar al Real Madrid una nueva Copa en Valencia en 1936. Ricardo, al que su afición inmortalizó con la frase "Uno a cero y Zamora de portero" tuvo en el húngaro Platko, el checoslovaco Planicka, el italiano Combi, el austríaco Hiden y el alemán Stuhlfauth a sus principales rivales por el honor de ser el mejor meta del mundo. Sin embargo, pese esta dura competencia, Zamora pasó a la historia como el mejor portero del mundo y el mejor jugador español de la historia.




Con la vuelta de unos Campeonatos Mundiales en 1950, volvió a la selección española la figura del portero implacable, y vino de la mano de Antonio Ramallets, gran admirador de Zamora. Llegó a este evento poco después de hacerse con la titularidad en el Barcelona. Su actuación fue tal que en Brasil fue conocido como el "melhor goleiro do mundo", e incluso, el "goleiro mais guapo do mundo". Marcó una época en el Barça de las cinco copas, club en el que estuvo durante más de una década. Líder de su equipo, ágil y espectacular, siempre se hablará del "Gato de Maracaná", como lo definió el inolvidable Matías Prats.


En estos tiempos, otro portero que no llegó a triunfar con la selección, el mítico guardameta del athletic Lezama, marcó un antes y un después en la historia de esta posición en España. Fue un auténtico innovador en la península y un maravilloso arquero. Debido a la guerra, tuvo que ir de niño a Inglaterra, donde llegó a jugar en Primera División con el Southampton. Cuando volvió a España y cumplió su sueño de jugar en el club bilbaíno, introdujo una seria de acciones traídas de las islas que fueron denominadas en San Mamés como "lezamadas" El saque a botepronto, el saque con la mano, el saque de puerta sin intervención de un defensa, salir fuera del área, los despejes de puños y el juego con el pie fueron sus innovaciones.




En los sesenta irrumpió el legendario Jose Ángel Iribar, mito del athletic. En la temporada 1961-1962 militaba en el Basconia, que eliminó al Atlético de Madrid en dieciseisavos de final de la copa y luego fue apeado por el Barça. La actuación de "el Chopo" fue tal que la temporada siguiente fichó por el equipo de Bilbao. Solo disputó un Mundial, el de 1966, pero su sobriedad, su carácter y su liderazgo le valieron para hacer historia en el fútbol español.



El Mundial de casa y el subcampeonato europeo los disputaría como meta del conjunto español el también vasco Arconada. El portero de la Real Sociedad, club con el que consiguió dos ligas, destacaba por su espectacularidad y sus reflejos, pero a veces, por su irregularidad. Tras el fracaso de 1982 cuajó una brillantísima actuación en la Eurocopa de dos años más tarde... excepto en la final, donde se le escurrió un balón de Platini que significó el uno a cero que facilitaría la posterior victoria gala.



Su relevó lo cogio el vasco Andoni Zubizarreta, jugador más veces internacional con España., que jugó además de en el Athletic y en el Valencia, en el legendario Dream Team, logrando la Copa de Europa. Fue un portero seguro y sobrio que colgó los guantes al finalizar la edición de 1998 dejando abierta la puerta de la titularidad en la selección a Cañizares y Molina, aunque finalmente fue Iker Casillas el titular en 2002 debido a una lesión de Santi.





Los porteros españoles podrían ser clasificados en dos grupos: uno, el de los Zamora, Ramallets, Arconada o Casillas, muy ágiles y espectaculares; el otro, el de Iribar, "Zubi" o Cañizares, más sobrios y basados en una buena colocación.



Ahora son Reina, Palop, Valdés... pero sobre todo Casillas quienes han cogido el relevo, a la espera de que nuevos metas aparezcan, como el colchonero David de Gea, el merengue Adán o el barcelonista Oier Olázabal.

HEMEROTECA EMPLEADA

-Historia de los Mundiales de Fútbol (as)

-1000 futbolistas (ngv)

-Los 50 mejores futbolistas de la historia (Futbol Life)

-100 finales de Copa (Luis Arnáiz)

-Centenario F.C. Barcelona (Don Balón)

-Historias del Deporte (Jon Rivas)

-Antoni Ramallets (Jordi Vilajoana)

- Antología fotográfica del Athletic (Manu Cecilio)

BAJO LOS PALOS:

INTRODUCCIÓN:






Si hay en un equipo de fútbol un puesto distinto, uno que contraste con el resto, que destaque por la abundancia de mitos, leyendas, anécdotas, extravagancias, romanticismo y épica, ése es el puesto de portero, guardameta, arquero, cancerbero o como se dice por ahí, goleiro o goalkeeper. Justo o no, beneficioso o no para el portero, aquel que defiende los palos no es uno más del equipo, al menos sobre el césped, que parece compuesto por diez jugadores "de campo" y el meta, como si éste jugase en la grada.


Mucho ha cambiado la labor del portero desde los tiempos de Zamora, en los que el portero, vestido con un jersey gris, rudimentarias rodilleras y sin guantes, se lanzaba de cabeza a los pies del delantero poniendo en juego su integridad física, y provocando en varias ocasiones importantes sustos e incluso muerte; hasta los tiempos del llamado portero-líbero en el que el portero juega tanto con las manos como con el pie y ha ido depurando su técnica hasta rozar la perfección; pasando por porteros como Gatti, o Lezama en España, que han marcado una época por su forma de entender esta posición.


Antes de acabar me veo obligado a hacer mención a los excelentes porteros que han caracterizado siempre a nuestra selección y nuestro fútbol, Ramallets, Iribar, Arconada.... algo que parecen haber olvidado los clubes españoples con su afán de fichar porteros extranjeros dejando de lado la opción del portero español que tan de moda se puso hace unos años con Valdés, Reina, Moyá, Riesgo, Doblas...




En estos próximos capítulos trataremos por épocas, por zonas y por escuelas los mejores porteros que el fútbol nos ha dado la oportunidad de admirar.

IMÁGENES PUBLICADAS (de arriba a abajo)

- Planicka

-Lev Yaschin

- René Higuita

-Oliver Kahn