CAPÍTULO III: La Furia Roja
Tras la fundación en 1889 del Recreativo de Huelva y en 1905, en Barcelona, de la Federación Española de Clubs de Fútbol, llegaba en 1920, de la mano del seleccionador Paco Bru, la hora de debutar en un gran torneo internacional. Fue en los JJ.OO. de Amberes, Bélgica, un 28 de Agosto, el primer partido fue contra Dinamarca, y Patricio marco un tanto que serviría para que los españoles venciesen este encuentro. Los de Bru, liderados por Zamora, Pichichi y Samitier, entre otros, derrotaron a suecos, italianos y holandeses, pero no pudieron con los anfitriones, lo que les hizo subcampeones. Este gran conjunto de 18 jugadores se dio conocer internacionalmente como la "furia roja", caracterizándose por su fútbol ofensivo y de garra. Cuatro años después, Italia impediría a España participar en la Olimpiada de París, merced a un autogol. Posteriormente, su papel en Amsterdam en 1928 sería discreto, goleando a México y siendo goleado por Italia. Para acabar con lo relacionado a los juegos, España no participaría en los Juegos de 1936, entendiéndose que no lo hizo en 1932 pues el torneo de fútbol fue cancelado.
En 1930 llegaba el primer Mundial de fútbol, pero debido a la presión de los clubs por la distancia existente entre la península y Uruguay, los españoles no participaron. Tampoco lo hicieron en 1938 por culpa de la Guerra Civil, de forma que esta brillantísima generación de futbolistas españoles (Zamora, Quincoces, Ciriaco, Regueiro, Gorostiza, Lángara, Iragorri...) sólo pudo disputar un Mundial, el de 1934 en Italia, para el cual se clasificaron arrollando a los portugueses por 9-0 y 1-2 en los partidos de clasificación. En los octavos
de final dejaron KO a la selección brasileña de Leónidas y Brito (3-1), con goles de Iragorri desde el punto de penalti y Lángara, por partida doble. En cuartos, se cruzaron con los anfitriones, y eso se notó: el arbitraje fue extremadamente casero y la violencia de los jugadores fue tan brutal que Zamora llegó a romperse algunas costillas, siendo uno de los siete españoles que se perdió el encuentro de desempate. Tras el empate a uno en Florencia, tuvieron que disputar un partido en el mismo lugar al día siguiente. Un tanto de Meazza en el que se pidió falta al portero (Nogués) eliminó a España de su primer Mundial. Debido a la Guerra Civil y a la Segunda Guerra Mundial, la selección Española no volvería a jugar un Campeonato del Mundo hasta 16 años después, en 1950, donde realizaría la mejor actuación hasta el momento.
de final dejaron KO a la selección brasileña de Leónidas y Brito (3-1), con goles de Iragorri desde el punto de penalti y Lángara, por partida doble. En cuartos, se cruzaron con los anfitriones, y eso se notó: el arbitraje fue extremadamente casero y la violencia de los jugadores fue tan brutal que Zamora llegó a romperse algunas costillas, siendo uno de los siete españoles que se perdió el encuentro de desempate. Tras el empate a uno en Florencia, tuvieron que disputar un partido en el mismo lugar al día siguiente. Un tanto de Meazza en el que se pidió falta al portero (Nogués) eliminó a España de su primer Mundial. Debido a la Guerra Civil y a la Segunda Guerra Mundial, la selección Española no volvería a jugar un Campeonato del Mundo hasta 16 años después, en 1950, donde realizaría la mejor actuación hasta el momento.MOMENTAZOS DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA (1920-1936)
AGOSTO DE 1920, JJ.OO. DE AMBERES, BÉLGICA
España 1-0 Dinamarca
Los españoles inaguraron su historia a nivel de selección con un saludo inicial más que curioso en el centro del campo: recitaron los dos apellidos más largos de entre todos los que formaban la plantilla y lo acompañaron de un "Aupa". Fue algo improvisado, para imitar a los daneses, que habían salido de los vestuarios con el protocolo aprendido, al contrario que los jugadores de la selección de España. Durante los noventa minutos de partido, Ricardo Zamora cuajó una excelante actuación frenando los ataques de los nórdicos. Y tras la exhibición de "El Divino", le tocaba el turno a Patricio, que anotó un gol, definitivo para la victoria de España, que por la fuerza, la lucha y la garra mostradas se dio a conocer aquel verano como la "Furia Roja".
MAYO DE 1929, AMISTOSO EN MADRID
España 4-3 Inglaterra
Fiestas de San Isidro, y la afición del Metropolitano se vuelca con los suyos, que se enfrentan a los ingleses en una de sus pocas salidas de las islas. Los pross habían ganado todos los partidos que habían jugado en el continente a excepción de un 
empate frente a Bélgica. La selección española, a las órdenes del bilbaíno Mateos, tenía en su once inicial una mayoría de jugadores merengues, entre los que destacaba Gaspar Rubio, un excelente delantero centro. A los veinte minutos de partido, los británicos, aun sin su máximo goleador Dean, ya ganaban por dos a cero ( goles de Bradford y Carter). Sin embargo, poco después de ser rebasada la media hora de partido, Gaspar Rubio acercó a los suyos al empate, el cual sería conseguido cuatro minutos después por medio de un gol de Lazcano. Los ingleses no se amedrentaron y ya en la segunda parte se volvieron a adelantar merced a otro gol de Carter, pero, de forma heroica, los jugadores españoles lograron dar la vuelta al marcador con goles de Gaspar Rubio y Gaiburu en el último cuarto de hora de partido. Había sido la primera derrota de los pross en tierras continentales, lejos de las islas, pero se vengarían ante el mismo rival en Wembley con siete goles anotados por uno de los españoles.
empate frente a Bélgica. La selección española, a las órdenes del bilbaíno Mateos, tenía en su once inicial una mayoría de jugadores merengues, entre los que destacaba Gaspar Rubio, un excelente delantero centro. A los veinte minutos de partido, los británicos, aun sin su máximo goleador Dean, ya ganaban por dos a cero ( goles de Bradford y Carter). Sin embargo, poco después de ser rebasada la media hora de partido, Gaspar Rubio acercó a los suyos al empate, el cual sería conseguido cuatro minutos después por medio de un gol de Lazcano. Los ingleses no se amedrentaron y ya en la segunda parte se volvieron a adelantar merced a otro gol de Carter, pero, de forma heroica, los jugadores españoles lograron dar la vuelta al marcador con goles de Gaspar Rubio y Gaiburu en el último cuarto de hora de partido. Había sido la primera derrota de los pross en tierras continentales, lejos de las islas, pero se vengarían ante el mismo rival en Wembley con siete goles anotados por uno de los españoles.LAS MAYORES GOLEADAS DE ESPAÑA
En 1933 España endosó un contundente trece a cero a la selección de Bulgaria en un amistoso jugado en Madrid. Al año siguiente, en un encuentro clasificatorio para el Mundial de Italia los españoles vencieron por nueve a cero a sus vecinos portugueses.
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